Por Ricardo Chacón
“Entre mentira e ironía” de Umberto Eco, publicado en 1998 y que recoge varias ponencias del autor en relación con cuatro personajes históricos: Cagliostro, Manzoni, Achille, y Partt; los cuatro coinciden en un línea de análisis: “tienen en común la estrategia de mentiras, desfiguración, abusos del lenguaje, vuelco irónico de esos abusos”.
Y, por otro lado, “El conocimiento inútil” de Jean-Francois Revel, quien comienza su libro con la siguiente premisa: “la primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira”, dando paso a lo siguiente: “La civilización del siglo XX se ha basado, más que ninguna otra antes de ella, en la información, la enseñanza, la ciencia, la cultura; en una palabra, en el conocimiento, así como en el sistema de gobierno que, por vocación, da acceso a todos: la democracia”, pero, por esta misma razón, la era de la información, la democracia ha permitido y permite los desvaríos, los abusos, la desgracia de la mentira provocando, no obstante estamos en la sociedad de la información, la situación del mundo no se mejor que en el pasado, incluso, que en esta época “se ha concebido en teoría y realizada en la práctica los regímenes de avasallamiento más perfeccionados que hayan abrumado jamás a tan gran cantidad de seres humanos”.
Ambos textos, uno de un autor italiano, Eco; y el otro de un francés, muestran a su estilo lo peor de la sociedad actual, la mentira, la falsedad, la falsa ilusión que subyace en la realidad actual; han hecho que se vulnere uno de los pilares de la democracia, la confianza que suele tener como base, los hechos, la realidad, la búsqueda de la verdad. Ahora esto lo vemos con la dureza de la cotidianidad en las noticias falsas, las llamadas fake news, que, si bien es cierto, no se trata de cuestiones nuevas o novedosas, sí han irrumpido el mundo de la web, las redes sociales y la virtualidad en general, en el nuevo blanco para que hombres y mujeres no solo vivan engañados sino que actúen bajo el poder “cegador” de la mentira y la falsedad.
Los periodistas Ana Pastor del medio El Objetivo; Ana Tudela, Datadista, Julio Montes Moreno, Maldito Bulo; Nacho Cardero, El Confidencial; y Sindo Lafuente, El Diario hablan acerca de las Fake News, clickbait, cintas de vídeo y la situación actual.Particularmente, las noticias falsas se difuminan y se riegan con mayor facilidad por la realidad actual de la web y las redes sociales; estas permiten que un bulo se difunda no solo con rapidez sino con amplitud, características propias del Internet, pero también, y esto también es nuevo, la mentira, el bulo, la falsedad forma parte de estrategias de propaganda que busca “copar” desde lo privado hasta lo público, logrando una dimensión casi total en el “mundo de los usuarios”, ahora prendidos desde primera hora del día con los teléfonos inteligentes, estando al día con Twitter, Facebook, Instagram o cualquier otra red.
Hasta hace poco tiempo, las estrategias de propaganta que utilizan las técnicas de la mentira, la falsedad, la llamada propaganda negra propia de los regímenes totalitarios y sistematizadas de alguna manera por los nazis, Hitler y Goebels, tenían a su mano medios como el cine, la prensa y la radio, y posteriormente la televisión, y aspiraban mantener copado el resto de aparatos como la religión o la educación, pero se trataba de un fenómeno de masas cuyas dimensiones no llegaban a la totalidad, a la integralidad como se hace ahora con los medios digitales que forman parte casi de la vida cotidiana de los hombres, terminando incluso, lo más íntimo del ser como es su privacidad.
Tomado de Tu Espacio